"La soledad era esto" de Juan José Millás
"La soledad era esto" de Juan José Millás |
Juan José Millás, “La soledad era esto”, Ed. Destino, 2006
AUTOR
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SINOPSIS
Premio Nadal 1990. La soledad era esto es la historia de una
mujer – Elena Rincón – que inicia, a partir de la muerte de su
madre, una lenta metamorfosis hacia la liberación a través de un
doloroso aprendizaje. La mirada cada vez más humanizada de un
detective y el progresivo alejamiento de su marido serán elementos
esenciales de este camino de perfección. Dotado de un talento
narrativo que sabe hacer de lo cotidiano el inicio de lo angustioso,
Juan José Millás nos ofrece una desgarrada crónica donde no falta
el reflejo de las actitudes de quienes, tras una militancia de
izquierdas, han sustituido la ideología por la tarjeta de crédito.
Un omnipresente paisaje urbano es el contrapunto de los sentimientos
de la protagonista, que se encuentra en una encrucijada cuya única
salida parece ser ahondar en el propio aislamiento.
CONCLUSIÓN
Narrativa aparentemente sencilla de explicar y hacer sentir lo que es
la soledad. Conmovedora.
Excelente historia y, como siempre, excelente descripción de los
personajes. Millás no defrauda.
Ese personaje femenino, protagonista de un mundo de soledad tan
típico de los tiempos presentes, me fascinó. Muy buena e
interesante novela. La recomiendo.
El paratexto de La soledad era esto, una cita de La
metamorfosis de Kafka, se presenta como una clave de lectura
puesto que la protagonista de la novela, Elena Rincón, no sólo
experimentará una transformación sino que ésta consistirá,
precisamente, en cambiarse de aquella habitación “confortable y
dispuesta con muebles de familia” para así no olvidar “rápida y
completamente” su “pasada condición humana”. Elena está
llegando al clímax de una crisis personal (adicción al hachís,
enfermedades múltiples derivadas de esta adicción y de su estado
mental y relaciones interpersonales prácticamente muertas) y ésta
reclama una solución urgente. El comienzo de lo que se convertiría
en una solución llegó a ella sin saberlo al haber encontrado el
diario de su madre después de su fallecimiento. Este descubrimiento
resulta revelador y liberador no sólo en la medida en que el diario
de su madre le da la oportunidad de reconciliarse con ella a través
de una identificación (que se basa fundamentalmente en una
coincidencia de estados corporales – ambas sufren de males
similares) sino también porque Elena opta por empezar a escribir su
propio diario, un acto que la libera a través del autoanálisis.
Antes de empezar a escribir su propio diario, Elena ha comenzado a
sospechar la infidelidad de su marido, hecho que la lleva a contratar
a un investigador privado para que lo siga. Muy pronto, sin embargo,
Elena se aburre con los informes del detective sobre su marido por lo
que, sin revelarle nada sobre su identidad, le ordena seguirla a ella
misma. El detective, acatando las demandas de su empleadora, empieza
a escribir unos informes que cada vez se van haciendo más y más
subjetivos. Estos serán fundamentales para Elena ya que
“certifica(rán) (su) existencia”, le dará la percepción del
otro, haciéndola reflexionar sobre sí misma y le darán fuerzas
para llevar a cabo su metamorfosis.
Así pues, La soledad era esto es una novela multiforme en la
medida en que se construye a través de estos distintos registros
narrativos: un texto narrado en tercera persona, dos diarios y los
informes detectivescos. El narrador se debe entender, según Mike
Bal, como “el sujeto lingüístico el cual se expresa en el
lenguaje que constituye el texto”. Las formas clásicas de combinar
narradores son las que se han denominado, por un lado, discurso
insertado y/o, por el otro, discurso yuxtapuesto. El primero es aquel
que, comúnmente se ha comparado con la imajen de las cajas chinas:
un narrador dentro de otro (Las mil y unas noches es el
ejemplo clásico). El segundo es aquel que presenta diferentes
intervenciones de narradores independientes, por ejemplo, lo que
ocurre en La hojarasca. Ambas formas de discursos se pueden combinar
de múltiples maneras. Siguiendo estas definiciones, en La soledad
era esto tanto la primera como la segunda parte constituirán
ejemplos de discursos insertados ya que en las dos partes hay un
narrador que enmarca los otros discursos.
Además de las formas de combinación de narradores, se encuentra lo
que se ha llamado niveles de narración y que tiene que ver con la
inserción de textos “cada vez que un nuevo texto de un narrador
diferente se integra en el nivel anterior, tenemos un nuevo nivel de
narración” (Ordoñez, 173). Por texto externo, se debe entender el
texto principal, el habla que comienzo el discurso narrado (en este
caso el texto externo de la primera parte sería el narrador en
tercera persona y el de la segunda parte sería el diario de Elena),
mientras que el texto interno es ese otro que aparece insertado como
discurso secundario (es decir, el diario de Mercedes y los informes
del detective). El narrador perteneciente al texto externo es el
responsable de que otros narradores hablen. Gracias a él, los otros
narradores pueden integrarse e intervenir en el texto. Y así, el
narrador del texto externo (narrador externo) es siempre responsable
de las versiones dadas por los otros narradores (internos). Esto es
lo que ocurre con el diario de Elena ya que ella es la que transcribe
los fragmentos de los otros dos textos en la segunda parte de la
novela.
Esta fragmentación narratológica es una herramienta formal que
utiliza Millás para abrir la noción de identidad femenina como
entidad no unificada sino, precisamente, fragmentaria. No sólo es el
lector el que va construyendo la identidad de la protagonista a
través de los diversos textos yuxtapuestos, sino también la misma
Elena va construyendo su propia identidad a través de estas diversas
miradas y textos.
Cuando he sugerido antes, cuando Elena encuentra el diario de su
madre, descubre una faceta de ella que no conocía pero además se
siente identificada. No sólo porque ésta empieza a escribir su
diario cuando tiene los mismos años que ella (cuarenta y tres) sino
porque sus estados de salud son muy similares.
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