"Un mundo sin fin" de Ken Follet

"Un mundo sin fin" de Ken Follet
"Un mundo sin fin" de Ken Follet
Ken Follet, “Un mundo sin fin”, Plaza & Janés, 2007

AUTOR


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SINOPSIS


Dieciséis años después de la publicación de “Los pilares de laTierra”, Ken Follet vuelve al fascinante mundo de Kingsbridge para presentar a sus lectores una magnífica saga épica marcada por el amor, la guerra y la peste. “Los pilares de la Tierra” narra los acontecimientos de la ciudad inglesa de Kingsbridge entre 1135 y 1174. Con “Un mundo sin fin” regresamos a Kingsbridge, pero 153 años después. El primer día de noviembre de 1327 cuatro niños escapan de la catedral de Kingsbridge para jugar en un bosque prohibido. Son, Gwenda, hija de un ladrón, Caris, una niña excepcional que quiere ser doctora y los hermanos Merthin y Ralph, el primero un genio con la cabeza llena de inventos y el segundo un tirano, cruel y vengativo. Allí en el bosque serán testigos de una peleta entre un caballero y dos soldados. Los soldados mueren y el caballero entierra un documento antes de ingresar en el monasterio de Kingsbridge para convertirse en monje el resto de su vida. El contenido de este documento secreto jugará un papel importante en varios momentos de la novela. Como adultos las vidas de estos cuatro niños se verán entrelazadas por la ambición, el amor, el odio y la venganza. Vivirán momentos de gran prosperidad y también de hambruna; años de guerra y años de peste. Caris, es la hija de un mercader de lana. De pequeña quería ser doctora, profesión prohibida a las mujeres en la Edad Media. Sin embargo, Caris no acepta ni esta ni ninguna otra prohibición. Estudia con una curandera y mantiene constantes enfrentamientos con la iglesia. Su lucha por la independencia y su determinación a no someterse a ningún hombre pone constantemente en conflicto su amor por Merthin. Merthin, por su lado, comienza como aprendiz de carpintero y su gran talento le convierte en el mejor arquitecto de Kingsbridge. No acepta las restricciones y limitaciones de los que mandan en la ciudad. Cuando ve que no puede casarse con Caris ni realizar sus proyectos soñados decide viajar a Italia. Ralph, hermano de Jack, tiene un carácter violento, cruel y vengativo.


CONCLUSIÓN


La capacidad narrativa y para tejer historias de Ken Follet es extraordinaria. Nos encontramos, sin ninguna duda, ante el “Rey” del culebrón histórico y con este libro no defrauda: amor, viajes, misterio, batallas, sexo, conspiraciones, ambición, etc. Imprescindible para sus incondicionales, el único “pero” es que la frescura y la novedad de “Un mundo sin fin” se ve empañada por su primera parte, “Los pilares de la Tierra”. En demasiadas ocasiones tendremos la sensación de estar leyendo historias excesivamente parecidas y lo que es peor, personajes muy similares. A pesar de todo, muy entretenido y si no has leído “Los pilares”, quizás te guste incluso más, pues prescinde de los abundantes detalles arquitectónicos de éste.

Magnífico, de mis pocas incursiones en la novela contemporánea, el libro es de una hechura digna de un clásico. Lo primero que llama a uno la atención es el entramado, la urdimbre de personajes y sus acciones entre sí, consta de algunos personajes enredados en cuadros de acción dinámica aunque todos ellos semiplanos, es decir, con una característica de su personalidad que es dibujada al principio de la obra y les acompaña hasta el final poniéndola a ejercer en toda clase de situaciones. Respecto a la red histórica en la que está tejida la historia, nos encontramos ante un soberbio amante de los tiempos pasados, documentado como pocos y con una capacidad descriptiva y docente que te sumerge sin darte cuenta con la fuerza de un remolino en la Inglaterra de Eduardo III, la guerra de los cien años y la gran epidemia de la peste de mediados del 1300. Una lectura bastante instructiva en cuanto a numismática, procedimientos médicos, militares y religiosos de la época, toda una lección de cultura medieval y una maquiavelica y hobbesiana visión política del mundo, en resumen y para no extenderme, una de las pocas joyas de nuestro tiempo, harto recomendable para el lector que quisiese mezclar entretenimiento y didactismo.

Un recorrido extraordinario por la vida en la Edad Media: la peste, el poder de la iglesia y la importancia de esta, la guerra de los 100 años… todo ello acompañado de unos personajes cuyas vidas reflejan la dureza de aquella época y un porvenir condicionado por nacimiento que algunos personajes luchan por cambiar. Es un libro al nivel de “Los Pilares de la Tierra”.

Muy bueno. Sin duda Ken Follett nunca me defrauda.

Tras haber leído “Los Pilares de la Tierra” indudablemente entran las comparaciones con esta segunda entrega de Ken Follett. En lo personal, me agrada mucho este autor, su forma de narrar las situaciones es realmente llevadera por lo que su apariencia de ser un libro muy extenso, en realidad falta mucho por contar. Sin embargo, el punto a favor es la eliminación o por lo menos la notable reducción en los detalles de la arquitectura, situación que remarcó con mucha índole en su primera obra. Hay un mayor enfoque en las sensaciones humanas donde involucra a muy caracterizados e incluso parecidos personajes de “Los pilares de la Tierra”. Habría sido mucho mejor desarrollar la evolución de cada uno de ellos no que pareciera una copia exacta de los ancestros, lo correcto sería trabajarlos profundamente pues hay un cierto toque de superficialidad en las escenas. Lo encomiable de esta entrega es su increible capacidad de describirnos intrigas cortesanas donde entran conflictos y juegos de poder debido a la Iglesia Católica y los inicios de la Inquisición. El papel de la Corona es absoluta en esta historia y nos indica que la novela grita sin querer un abundante documentación. A lo largo de mil páginas leídas uno nota al momento de cerrar el libro un maravilloso gusto y satisfacción de haber recorrido un sinfin de aventuras, un remolino de intrigas desconcertantes, la pasión que recorría a cada uno de los personales y el instinto de protección a los parientes y seres queridos. Follett nos hace un retrato más humano donde demuestra el lado temeroso de los personajes por desear sobrevivir y luchar contra viento y marea de algo que asolaría a gran parte de la población europea. La peste negra o “la moria grande” como nos indica Ken Follet es un grandísimo acierto de muchos realizados en esta grandiosa novela. Es garantizado enamorarse de esta historia y de todas las demás novelas narradas por este fascinante escritor. Es una joya absoluta que brilla y reluce donde a la vez muestra algo muy feroz que es ciertamente el motor de la historia: la ambición humana.

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